martes, 21 de octubre de 2014

MI AMIGA TITA

No lo había pensado así. Según venía esta mañana de vuelta a casa después de mi guardia de ayer, contaba con acostarme un rato por la mañana y dormir casi hasta la hora de comer. Pero según iba apurando los últimos restos de mi colacao con galletas tita ha vomitado. Y como a lo largo de estas últimas dos semanas ya ha vomitado varias veces, he decidido llevarla al veterinario, aún con las legañas puestas. Asi que he bajado al trastero a por su transportín, la he pillado desprevenida, y la he dado un paseo en coche por la playa de la marosa hasta llegar a la clínica y en ese momento justo se ha agazapado tanto y de tal manera que ha disminuido casi dos veces su tamaño. Pobrecita. Le han hecho una analítica y me han dicho que tiene que repetírsela dentro de una semana, porque ahora estaba un poco deshidratada, posiblemente por los vómitos, y salían alterados unos datos de la función renal. Así que hoy me siento todo el día como si me hubiesen puesto el susto de bufanda. " hay otros datos un poco alterados- me ha dicho el veterinario- pero no son signos de enfermedad, es por el envejecimiento". Como???????. Creo que me he quedado pálida de una vez, por poco me caigo para atrás entre la falta de sueño, el susto y tal. Tiene ocho años vale. El tiempo pasa para todos, vale. Pero...envejecimiento? prefiero no pensarlo. Yo siempre he pensado que tita es inmortal. Siempre he pensado que estará siempre conmigo, y no se me ocurre pensarlo de otra manera. No puede ser. Hace unos días me leí un libro que recomiendo encarecidamente: " un gato callejero llamado Bob". Y no solo se lo recomiendo a los amantes de los animales, sino a todo el mundo. De cómo un gato puede llegar a ser un amigo, una tabla de salvación ante el naufragio personal y emocional, un compañero de vida, de como puede dar motivos, razones y ganas de vivir y de salir adelante en las adversidades. Un chico que esta luchando por salir de el mundo de las drogas y que se gana la vida como puede siendo músico callejero, que un día se encuentra con Bob, y derrepente su vida, la vida de los dos, cambia para siempre. Es una historia real, de hecho podéis buscarla en internet. Sólo las personas que compartimos nuestro día a día con nuestras mascotas, podemos entender hasta que punto son fundamentales en nuestra vida. Tita llegó a mi vida también en un momento difícil para mi. Acababa de empezar mi residencia, acababa de terminar la universidad y había empezado a vivir sola, en un pueblo donde no estaban ni mis amigos, ni mi familia, ni nada. Sin referencias. Sin puntos de partida. Me defendía bastante mal en los quehaceres diarios, en los laborales, y en los domésticos ya mejor ni mencionarlo! Y así empezamos, a caminar juntas. Y a mi me ayudo, y me ayuda cada día. Ahora mientras escribo la entrada del blog, está esperando a que termine, aqui justo a mi lado, para jugar con ella. Y si me paro a pensarlo no se quien es mas zalamera, si ella o yo. Esta tarde, mientras intentaba cuadrar en el ordenador el calendario de las guardias del año que viene, estaba sentada a mi vera en mi-su sillón. En cuanto me levanté a beber un zumo, bajó conmigo a la cocina y cuando volví a subir para darle a la bici un rato, estuvo haciéndome compañía explorando todo a su alrededor y mirándome con cara de: " que hace???". Y solo de pensar que dentro de unos días tengo que llevarla de nuevo a hacer otra analítica, me asusta, no lo voy a negar. Y me pone triste, tampoco lo voy a negar. Tengo el gen del amor a los animales, lo he heredado por mi rama materna. Y la verdad que me siento feliz por ello. A otros les gustan otras cosas y yo no digo nada. Y mira que hay a quien le gustan cosas raras. O qué es más raro? que a mi me gusten los animales o que haya a quien le puedan gustar los viajes cósmicos, o las constelaciones, o los mediums, o los disfraces, o los numeros primos? por decir algo. Pues la banda sonora de hoy, es de un grupo que a tita y a mi (por supuesto) nos encanta! De hecho, hace ya más de ocho años, cuando veníamos de Orense de nuestro primer encuentro, cuando hice mas de cuatrocientos kilómetros para ir a buscarla, (porque me la regaló mi hermana), es la música que sonaba en el coche durante todo nuestro viaje de vuelta a casa. Y Fue en ese momento, justo en ese momento, cuando comenzó una gran amistad. Así que hoy,en este saliente de guardia, después de haber dormido más bien tirando a poco, en esta tarde-noche tranquila pienso que hay momentos que están sólo para vivirlos, sin más explicaciones. Sin más por qués. Sin más interrogantes. Y este es uno de ellos. Y es que ami me mola eso de coger mis auriculares, encender mi MP3 y dedicarme sólo a escuchar una canción especial, con los ojos cerrados, zapateando en el suelo casi sin darme cuenta, cantándola más mal que bien, y disfrutar del momento. Así que hoy, mi momento músical del día va por mi amiga tita. Ole!

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