martes, 11 de febrero de 2014

HUELLAS EN LA NIEVE

La lluvia golpea los cristales con una fuerza atroz. Ayer, cuando volvía de trabajar por la noche, encontré un montón de animalitos muertos por la carretera. Me llegó a asustar. Con cada hallazgo se me encogía un poco más el corazón, y un destello de sufrimiento me sobrecogía. Tratando de buscar una respuesta lógica a tal vuelta de camino a casa, encontré la solución cuando estaba apunto de aparcar el coche. La culpa ha sido de la nieve. Muchos animales domésticos, que salen a cazar o hacer sus travesuras diarias, no saben seguir el rastro de vuelta a casa cuando hay mucha nieve porque pierden el olfato, la pista que les devuelve de regreso al hogar. Se desorientan y no saben volver, caminan vagabundos dando mil vueltas, y al final, si no tienen la suerte de su lado no son capaces de volver. Eso le paso a un gato que tenía mi abuela, y que todas las noches salía a hacer su recorrido nocturno, y un día de una gran nevada...no volvió. Estoy segura de que no supo. Porque la vuelta al hogar siempre resulta reconfortante. Más aun cuando has estado caminando perdida sin un rumbo fijo. Tengo algunos videos que recogen un montón de momentos vividos con mi familia cuando era más pequeña, un testimonio gráfico de todas aquellas experiencias, latidos y personas que fueron y son realmente importantes. Aunque algunas ya no están aquí, o están de alguna manera distinta especial y mágica. No me canso de verlos, en momentos de tristeza, de melancolía o desesperación, cuando trato de buscar respuestas o cuando necesito quedarme en silencio. Uno de ellos se titula: " raíces y alas". Y a modo de introducción comienza de la siguiente manera...." raíces y alas....pero que las raíces vuelen y las alas arraiguen.." Todo aquello que te hace volver a casa. El camino de vuelta. Las pistas. Las raíces, que han arraigado en lo más profundo del corazón y te marcan el camino cuando no sabes como seguir o cuando no sabes que decisión tomar. Las raíces, que ya han empezado su vuelo. Raíces que te devuelven instantes de felicidad, y que te despejan dudas y te llenan de motivos. Y las alas, que estamos empezando a volar y a veces nos despistamos, y nos caemos y volvemos a levantarnos. Alas que hemos arraigado. Raíces que han empezado a volar. Huellas en la nieve.

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